Jules de Grandin: El Amo Negro
...desafiando acero y pistolas, un huésped espectral; ¡Jamás le abatió bala alguna, como a cualquier mortal! Llegó la medianoche; del bosque salió una masa oscura, y al poco rato, devino en un guerrero, pintado y con plumas, bajo la luna marchando. “¡Sean brujas o espectros!”, clamó el capitán, “¡Al Maligno yo trato así!” Y, de su chaqueta, metió un botón de plata en la recámara del fusil. Queridos aprendices, asistentes y curiosos, bienvenidos a un nuevo post de nuestro Gabinete. Con la novena entrada de este mes, regresamos a Harrisonville, en concreto hasta el 993 de la Avenida Susquehanna, residencia del doctor Trowbridge y de su eterno inquilino y mejor amigo, el también doctor Jules de Grandin. En esta ocasión, para rememorar una aventura de corte sobrenatural que cuenta con dos partes bien diferenciadas. El Amo Negro fue publicado en Weird Tales , en el número correspondiente a enero de 1929. En él, el talentoso Seabury Quinn obsequió a los lectores con un relato muy