Arthur Gordon Pym y La Esfinge de los hielos
… Poe había debido recurrir a unas fuentes muy poco conocidas cuando estaba escribiendo Las Aventuras de Arthur Gordon Pym. Se recordará que en esa fantástica narración hay una palabra de significado desconocido, pero prodigiosa y terrible, y que gritan las aves gigantes, blancas como espectros de aquellas malignas regiones antárticas: ¡Tekeli-li, Tekeli-li! . Esto, debo admitirlo, es lo que creímos oír en aquel grito que venía desde esa niebla blanca. Así era como Howard Phillips Lovecraft ponía en boca del narrador de En las montañas de la locura una mención nada oculta a la novela de su admirado Edgar Allan Poe. La adoración del autor de Providence por el de Boston siempre fue patente. Este relato suyo, de hecho, es en parte un agradecimiento por todo lo que debe a uno de sus escritores fetiche. En la misma novela escribe varios versos tomados del poema Ulalume , escrito por Edgar en julio de 1847 y publicado en diciembre de ese mismo año en la American Review . En est...
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