Harrow County: Innumerables seres

 


No es el fin. No para mí… Volveré. Vigilad y preparaos. Para cuidaros o mataros. ¡Os volveré a ver!”


Hace poco que descubrí a Cullen Bunn, guionista y escritor estadounidense al que leí por primera vez en Lucky Devil, un cómic cuya base se sustentaba en lo sobrenatural. La casualidad quiso que me acercase a una de sus series largas lejos del entorno de Marvel Comics. Una fábula siniestra en el que una joven debía demostrar que el destino no marcaría sus andanzas. Nació justo tras la muerte de la bruja de Harrow County y en ese mismo lugar. ¿Tenían los lugareños motivos para temer a Emmy?

Ha transcurrido una década desde que Dark Horse Comics estrenase la serie ideada por el oriundo de Carolina del Norte. Fue en mayo de 2015, tras un anuncio previo en la Comic-Con del año anterior, cuando se dio pistoletazo de salida a la historia de la niña aparecida tras la muerte de la bruja Hester Beck, quien fue ajusticiada por sus vecinos tras varias intentonas fallidas. Una serie que he leído en los siete volúmenes publicados por Norma Editorial.

Las líneas maestras de este trabajo fueron imaginadas por Bunn muchos años antes, cuando imaginó a Madrigal, la niña que con el tiempo habría de convertirse en la protagonista de Harrow County. Incluso se lanzó a escribir una serie de capítulos iniciales para una posible novela, a los que dio el sugerente título de Innumerables seres. Aquella semilla no daría sus frutos hasta que Bunn se reunió con el artista Tyler Crook, quien ya había trabajado con Mike Mignola y John Acurdi en la serie BPRD (que nosotros conocemos como AIDP), del universo de Hellboy. Fue en 2010 cuando Crook conoció a Mignola en una convención en Long Beach, lo que le dio la oportunidad de dibujar un arco argumental tan espectacular como El Infierno en la Tierra.

En determinado momento, Bunn y Crook se reunieron y el primero le enseñó aquellos primeros capítulos que había escrito tiempo atrás. En ese momento surgió la magia. El dibujante sugirió múltiples ideas que el guionista implementaría en los borradores iniciales de lo que a la postre sería su gran trabajo conjunto hasta la fecha, nominado al Eisner a la mejor serie nueva en 2016. Reuniendo y dando un sentido al folklore y las leyendas sureñas, Harrow County nos habla de la lealtad, la predestinación, el libre albedrío o el deseo de poder. Todos estos elementos permean a sus personajes, tanto principales como secundarios. En especial a algunos de los más extraños, como El Abandonado o el chico sin piel. Pero, como dije antes, todo arrancaba con la muerte de Hester Beck. Comienza en este punto el resumen de sus primeros cuatro números, con el pertinente aviso de spoilers. Seguid leyendo bajo vuestra propia responsabilidad.

Matar a una bruja no es cosa sencilla, queridos lectores. Hester fue apuñalada, apalizada, disparada y finalmente ahorcada en un viejo roble. Pero ni siquiera eso terminó con su vida. Ante la atenta mirada de quienes deseaban su mal, la bruja fue quemada viva. Mientras su cuerpo se consumía, los curiosos recordaban cómo aquella supuesta curandera ejercía el mal a cambio de favores. “Lo que se da debe ser devuelto”, pensaban. Pero aquella siniestra mujer bautizaba a niños y jóvenes entre extraños sermones, participaba en reuniones blasfemas en medio de los bosques, se rodeaba de terribles criaturas y las alimentaba con las almas y los cuerpos de los recién nacidos, inocentes y sin mácula. No podían permitir que aquella locura continuase, así que tomaron medidas. Horrorizados por lo que estaban haciendo, los presentes en la ejecución pudieron oír las últimas palabras de Hester. Mientras su piel se derretía, juró que aquel no sería su final. No podían imaginar cuánta razón había en aquella sentencia. Así comenzaba Innumerables seres.




A sus casi dieciocho años, la joven Emmy no paraba de tener pesadillas con el roble y lo que ocultaba. Veía a seres monstruosos, cuyas sombras parecían seguir presentes cuando regresaba al mundo de la vigilia y a su realidad, aburrida y repetitiva. Nunca había salido de Harrow County, ni parecía que pudiese hacerlo a corto plazo. Vivía en una granja junto a su padre, quien vigilaba de cerca cualquier cambio repentino en su actitud o costumbres. Él fue quien prendió el roble en el que colgaba la bruja, y quien recogió de sus raíces el fruto más extraordinario que nunca dio árbol alguno. Por eso vio con pesadumbre y resignación cómo Emmy había logrado curar a un ternero recién nacido que estaba a punto de morir.

Era su deber informar a los demás, quienes sabían de sobra que Emmy era algo más que una niña. Solo era cuestión de tiempo que el mal que habían purgado regresase a sus vidas. Mientras tanto, la casi adulta Emmy paseaba en solitario por la zona forestal que ya conocía. Seguro que entre sus planes no estaba el toparse con lo que creyó que era un niño pequeño, perdido y huidizo. Tras seguirle la pista tras unas zarzas, Emmy encontró a aquella criatura. Mejor dicho, lo que quedaba de ella. Una piel que murmuraba. Que intentaba susurrarle los secretos más oscuros de aquel condado. A pesar de su lógico sobresalto, la muchacha decidió llevarse consigo aquella piel animada por una extraña fuerza y esconderla a buen recaudo en su habitación.

Aquella misma noche, el pacto debería ser cumplido. Los que acabaron con la vida de Hester Beck acudieron a la granja de Emmy para segar la vida de quien creían que era su reencarnación. Su nuevo amigo intentaba advertirla del peligro, mientras su cuerpo sin piel se retorcía entre las ramas de los árboles cercanos. Ambas partes del mismo ser estaban conectadas, a pesar de su bizarra separación.

Cuando el padre de Emmy entró en la habitación de su hija, ella ya había huido en dirección al bosque. Bajo la luz de un candil, en completa soledad, Bernice esperaba a su amiga. Aquella jovencita había oído rumores sobre Emmy y algunas menciones sobre cierto pacto. Su abuelo había acudido a la granja con muchos otros conocidos, pero Bernice no quería creer nada de aquello. Ayudaría a Emmy a huir, aunque para ello debiesen recorrer el cementerio abandonado, situado en plena foresta. Allí, ambas comprobaron que el chico sin piel no era el único ser que merodeaba Harrow County. Las almas ardientes de algunos habitantes de aquel camposanto salieron de sus tumbas para ver con sus cuencas oculares vacías a aquella que estaba llamada a liberar del mal a aquellas tierras. Emmy no podía saberlo, por supuesto. Aun no había llegado el momento. Pero en todo aquel asunto participaban fuerzas que escapaban a su corta comprensión del mundo, que se estaba volviendo del revés a una velocidad vertiginosa.

El encuentro en el cementerio y la voz del chico sin piel mellaron el beneficio de la duda que Bernice había concedido a Emmy. Quizá las sospechas sobre ella eran ciertas. Puede que fuese la reencarnación de Hester Beck. Sus dudas dieron tiempo al padre de Emmy para alcanzarlas y tratar de cumplir lo prometido al resto de miembros del complot contra ella. A pesar del cariño que le profesaba, debía matarla con sus propias manos. Por miedo, pero también por piedad. No podía permitir que descubriese todo su potencial, pues las vidas de todos los habitantes de Harrow County estaban en juego.

Solo una intervención desesperada del chico sin piel pudo frenar el ímpetu del hombre, que habría muerto a sus manos de no ser por la compasión de Emmy. Su piedad iba en contra de su supuesta naturaleza. Lo demostró en aquella ocasión, y tendría la oportunidad de hacerlo muchas veces más. No solo con humanos, sino también con los seres que pululaban en la oscuridad. Algunos de ellos no dudarían en defenderla, mientras otros se mostrarían hostiles. Entre ellos El Abandonado, una criatura tan longeva como la historia que tenía la misión de hacer recordar a la jovencita quién era en realidad…




Por desgracia para la perseguida, hasta las caras más amigables podían esconder a un enemigo. Como la del señor Sorrell, que la secuestró mientras vagaba sin rumbo fijo y se alejaba de sus perseguidores. En su casa, aquella nueva amenaza reveló a la chica parte de las acciones que provocaron el asesinato de Hester Beck. Se decía que la bruja había nacido directamente de la tierra hace muchos años. Cuando llegó a Harrow County, no fue bien recibida. Por ello, se hizo acompañar de todo tipo de monstruos, con quienes pretendía paliar su soledad. Pero aquello no fue suficiente. Hester hizo uso de sus malas artes y de su propia sangre corrompida para dar forma al fango, convirtiéndolo en hombres y mujeres a quienes dotó de libre albedrío y envió a vivir junto a los residentes del condado. Ese fue su gran error, ya que algunos de sus hijos estaban convencidos de que no disfrutarían de una verdadera vida hasta que no acabasen con su creadora. Ese era uno de los grandes secretos de aquel inhóspito lugar: el abuelo de Bernice o el propio padre de Emmy eran hijos del fango y la sangre de la bruja.

Con aquellas revelaciones bajo el brazo y salvada una vez más por el chico sin piel, Emmy decidió no esconderse más. A pesar de todo lo que se decía de ella, convencería a todos de que no era Hester Beck, aunque para ello debiese enfrentar a todo el mundo. Una muchedumbre esperaba en su casa, ansiosa por hacerle daño y exorcizar el mal una vez más. Por desgracia para ellos, la chica tenía otros planes. A los más reticentes a creer en sus palabras los mantendría a raya valiéndose del miedo, pero al mismo tiempo trataría de ganarse su confianza de todos curando sus enfermedades y heridas. Tardaría mucho, pero estaba convencida de que acabaría lográndolo.

Su vida volvió a un estado de calma tensa, junto a su arrepentido padre y el chico sin piel, que siempre estaba atento a cualquier movimiento sospechoso. Ninguno de ellos podía saber que el verdadero mal que azotaría el lugar se encontraba a miles de kilómetros de allí, en forma de una copia idéntica de Emmy…

Hasta aquí esta reseña y resumen completo del primer volumen de Harrow County. Esta entrada supone la entrada por la puerta grande de Cullen Bunn en este blog tan particular. Por la parte que me toca, seguiré escribiendo sobre ésta y otras historias suyas, ya que considero que reúnen muchas de las características que son de interés para quienes gustan de estas temáticas tan particulares. Puede que durante la segunda mitad de junio haga un pequeño paréntesis en las publicaciones, ya que estaré de vacaciones. Eso no quiere decir que no vaya a escribir. Hay mucho material pendiente de pulir y publicar, por lo que os animo a permanecer atentos a las notificaciones de mis redes sociales. Hasta la próxima entrada.


Félix Ruiz H.




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