Deadman: Exorcismo

El amor no correspondido y el perdido pueden suponer un punto de ruptura para la mente. Un trauma que puede tardar años en ser superado, o incluso permanecer presente durante el resto de la vida. A pesar de ser una eventualidad común, en igual medida lo es un cambio más o menos acentuado de actitud con una duración indeterminada. ¿Pero qué pasaría si extrapolásemos tal circunstancia a una entidad que es inmortal en la teoría y que sufre de una soledad no deseada que es incapaz de paliar? Eso fue lo que le pasó a Deadman con Ann Colby, su enamorada fantasmal. Ella le abandonó para descansar en paz, dejando a Boston Brand al borde de la locura y, con ello, convirtiéndole en un ser inestable y peligroso. Con casi sesenta años a sus espaldas, pocas veces ha tenido este superhéroe un comportamiento tan errático y extremo como el que presentó en aquel pequeño arco escrito por Mike Baron y dibujado por Kelley Jones, quien está empezando a aparecer de forma recurrente en el blog. Jone...