El Demonio de Ojos Amarillos: primera parte
“Azazel... era un fanático. Un verdadero creyente del "plan maestro" de Lucifer.”
Queridos aprendices, asistentes y curiosos, bienvenidos a un nuevo post de nuestro Gabinete. En esta ocasión nos vamos a vestir de gala. No todos los días tenemos el gusto de conocer un poco más de cerca a uno de los demonios más famosos de cuantos pululan entre los libros de demonología o magia. Además, es uno de los ejes centrales de las primeras temporadas de una de las series que más ha marcado a quien esto escribe. Se trata, nada más y nada menos, que de Azazel.
Hace más de tres años que Supernatural, la serie de fantasía más longeva en la historia de la televisión estadounidense, acabó tras 15 largas temporadas. Una andadura que comenzó allá por 2005, cuando servidor contaba con quince años de edad y estaba empezando a conocer parte de la mitología de Superman gracias a la serie Smallville. Aquellas dos producciones, que durante un tiempo se emitieron durante los mismos días en Televisión Española, quedarán para siempre marcadas en mi memoria por muchas razones.
Curiosamente, ambas tuvieron cosas en común, a pesar de que a priori nada las emparentaba. Hubo un actor que se pasó primero por la serie superheróica y luego dio el salto al protagonismo en la ficción de corte sobrenatural. Se trata de Jensen Ackles, que tuvo un papel recurrente en la cuarta temporada de Smallville, en el papel de Jason Teague, novio durante un tiempo de Lana Lang, que escondía un secreto familiar que entraba en conflicto con los miembros de la familia Luthor, Lex y Lionel.
Fue sorprendente verle meses después protagonizar una ficción junto a Jared Padalecki en la que, junto a su inseparable Impala de 1967, iban a recorrer Estados Unidos cazando todo tipo de seres y criaturas sobrenaturales. Aquella historia, que tenía un piloto donde ambos hermanos se enfrentaba a una suerte de versión de la leyenda urbana de la chica de la curva, contaba además la historia de origen – muy resumida, como descubriríamos paulatinamente – de Azazel y su relación tanto con los hermanos como con John y Mary Winchester, sus padres.
La mitología en torno a Supernatural comenzó bebiendo de las leyendas urbanas y el folklore estadounidense, encontrando a lo largo de los capítulos a seres criptozoológicos de todo tipo, espíritus vengativos u objetos y lugares encantados. De fondo había una trama que involucraba la aparición de demonios que, siguiendo con parte del acervo cultural cristiano, hacían de las suyas en nuestro mundo. Es en esa trama donde se involucran todos los personajes anteriormente citados.
En el episodio piloto, que tiene comienzo en 1983, Mary Winchester descubre al Demonio de Ojos Amarillos parado junto a la cuna de Sam, su hijo menor. El misterioso ser, pareciendo haber poseído un cuerpo humano, alimentaba al bebé con su sangre. Al ser interrumpido, el demonio inmoviliza a la mujer y la lanza contra el techo, le corta el estómago y hace que estalle en llamas. La dantesca escena es vista por John, que llega a tiempo para coger a Sam de la cuna y entregárselo a Dean, su hermano mayor. Los tres salen de la casa, mientras ésta arde en llamas. Desde entonces, se nos da a entender que John Winchester comenzaría una búsqueda del demonio para vengarse de él.
Durante los siguientes años, tanto John como sus hijos entrenarían para cazar todo tipo de criaturas, convirtiéndose en “cazadores”, un gremio dedicado a esta labor. Versados en el uso de la magia, demonología, antropología, criptozoología y otras artes afines – además de en combate –, estos cazadores parecen ser, en principio, un grupo muy reducido de personas. Todo este lore no dejará de ser ampliado a lo largo de las temporadas, como no podía ser de otra forma.
Tras este prólogo impactante, legamos hasta 2005, cuando Sam es un estudiante universitario alejado de todo lo que tiene que ver con la caza, vive con su novia Jess y no tiene contacto con su padre y su hermano mayor, que sí que siguió acompañando a su progenitor en su búsqueda. Sin embargo, cuando John desaparece sin motivo aparente, Dean recurre a Sam para buscarlo.
Dean custodia el diario de John, un cuaderno lleno de anotaciones y dibujos donde ha volcado buena parte de sus conocimiento e hipótesis, convirtiéndose en una herramienta indispensable para los hermanos durante las primeras temporadas. Tras ocuparse del caso de las apariciones de una chica de la curva – cuyos detalles aparecían en el cuaderno –, Sam vuelve al hogar que compartía con su novia Jess, solo para comprobar que ésta había sido asesinada de la misma forma en que lo fue su madre 22 años atrás.
Aquello era cosa del mismo ser. Por alguna razón, ese demonio parecía tener cierta fijación por Sam, y su padre podía tener ciertas respuestas. Es por ello que ambos hermanos deciden viajar por el país siguiendo las pistas recogidas en el cuaderno de John, con la esperanza de dar con él, y de paso acabar con el asesino de los ojos amarillos.
Toca ahondar un poco más en la figura de Azazel. Como ya os he adelantado, su historia no se circunscribe solo a las primeras temporadas de la serie, ya que su vertiente más cósmica y su deriva en una suerte de guerra en la que ángeles y demonios están enfrentados en una guerra sin cuartel vendría tras la muerte del propio Azazel. Pero no está de más que hagamos un recorrido cronológico resumido por la existencia de esta entidad. Es un primer paso de lo que espero que sea un larguísimo recorrido en e que, juntos, exploraremos este universo de los cazadores, verdaderos investigadores de lo oculto que son, por derecho propio, leyendas de la televisión.
Nada se sabe de la posible vida humana de Azazel, pero en un momento indeterminado fue elegido por Lucifer para convertirse en Príncipe del Infierno junto a Ramiel, Asmodeo y Dagón, siendo transformado personalmente por Lucifer y convirtiéndose así en uno de los primeros cuatro demonios creados después de Lilith.
Como Príncipe del Infierno, Azazel tenía el rango de general demoníaco y era fanáticamente leal a Lucifer, hasta el punto de que cuando los otros Príncipes abandonaron el plan de Lucifer y partieron hacia la Tierra, Azazel se quedó para gobernar el Infierno y liberar a Lucifer para desatar el Apocalipsis en la Tierra. En esta etapa, Azazel tuvo una “hija” conocida como Meg y un “hijo” conocido como Tom. De momento, desconozco más detalles sobre la naturaleza real de estas relaciones paterno-filiales entre demonios.
Azazel buscó durante milenios la ubicación de la prisión de Lucifer. Como los cristianos sabrán, el Rey del Infierno fue encarcelado por el arcángel Miguel cuando ambos combatieron. Desde entonces, el lugar de encierro de ángel caído era secreto, hasta que Azazel lo descubrió en 1972.
Siendo de momento imposible liberar a Lucifer, Azazel aceptó una nueva misión. Su jefe le ordenó liberar a Lilith del Infierno, ya que su participación era necesaria para romper los 66 sellos mágicos que mantenían cautivo al Diablo, y también le encargó encontrar a aquel que denominó como el “niño especial” más poderoso de cuanto había.
En 1973, Azazel comenzó a hacer pactos demoníacos con jóvenes, específicamente dos mujeres y un hombre, a cambio de un deseo: que se le permitiera ingresar a sus hogares exactamente diez años después de que hicieran el trato, con un propósito que nunca reveló. Para lograr que sus contactados aceptasen, Azazel se servía de las más viles artimañas. Sobre todo, del engaño y la extorsión, especialidad de los demonios. El por qué de estos tratos también sería revelado en las primeras temporadas de la serie
En ese mismo año, Azazel finalmente se encuentra con Mary Campbell, la futura madre de Sam y Dean Winchester . Después de poseer al padre de la joven, Samuel Campbell, éste procede a matar a la madre de la joven y posteriormente se apuñala a sí mismo para matar a su anfitrión. El prometido de Mary, John Winchester, sería la siguiente víctima del demonio. Sin embargo, Azazel jugó sus cartas y ofreció un trato a Mary, dándole la oportunidad de resucitar a John, a cambio de poder entrar en su casa una década después.
Tras los eventos narrados en el episodio piloto, y tras unas cuantas misiones a lo largo y ancho de suelo estadounidense, los hermanos Winchester tuvieron un encuentro con Meg y Tom, hijos de Azazel, sin que éstos revelasen sus verdaderas identidades. Al menos, en principio, Posteriormente, y con la vuelta a escena de John, los acontecimientos se precipitaron.
Esa vuelta repentina se debió a la aparición de un arma legendaria, un revólver capaz de matar a cualquier demonio: un Colt creado en 1835 por el mismo Samuel Colt. Un arma asombrosa, única y con muy poca munición. Un artefacto que merece su propia entrada en este Gabinete, y que llegará en el futuro.
John reveló a sus hijos que llevaba años siguiendo al demonio, y que se alejó de ellos para que no pusiesen en peligro su búsqueda, ya que ésta se encontraba en un momento crítico. En ese momento contaba con pistas sobre la siguiente ubicación de su enemigo, y sabía que Dean sería capaz de encontrarle gracias a las pistas que dejó en su cuaderno. Los tres debía ir a la localidad de Salvation, en Iowa, donde John suponía que Azazel volvería a aparecer.
Para aquel entonces, Sam ya había comenzado a sufrir episodios premonitorios, que podían estar relacionados con el contacto que tuvo con el demonio en 1983. Esas premoniciones ya habían llevado a los hermanos a tener algún encuentro esporádico con Azazel, que continuaba cerrando tratos y tratando de atacar a niños. Incluso en una ocasión, los hermanos regresaron a su hogar de la infancia en Lawrence, Kansas, para frenar al demonio, un caso que les dejó marcados a ambos ya que tuvieron la ocasión de interactuar brevemente con el espíritu de Mary Winchester.
En Salvation había otra víctima potencial de Azazel, por lo que la familia Winchester viaja hasta allí para averiguar más y tratar de usar el Colt contra él. Sin embargo, las malas artes de Meg y las amenazas hacia John hacen que éste intente engañarla entregándole una réplica falsa del Colt, arma que los demonios temían por razones lógicas. Descubierta la trampa, John es capturado, por lo que los hermanos Winchester deben recurrir a Bobby Singer, amigo cazador de John, para intentar salvarle de las garras de Azazel.
Entre los tres idean un plan para atrapar a Meg en el centro de una serie de símbolos místicos que conforma lo que se conoce como “la trampa del diablo”, una herramienta que será usada en multitud de ocasiones en el futuro. Meg revela que todo daño que sufra será provocado también a su huésped, una chica inocente que está viva dentro de ella, pero sin el control de su cuerpo.
A pesar de las difíciles circunstancias, los cazadores exorcizan el cuerpo de Meg y el demonio escapa. Su huésped, con su último hálito de vida, revela que había podido verlo y oírlo todo durante el tiempo en que fue anfitriona del ser infernal, revelándoles que John se encontraba en Jefferson City, Misuri. Lo que los hermanos no sabían era que Azazel había poseído a John e intentaría matarles. Solo la fuerza de voluntad de John hizo que este ganara el tiempo suficiente para que Sam le apuntase con el Colt. John estaba dispuesto a dar su vida con tal de que el asesino de Mary muriese, pero su hijo menor dudó. Aprovechando la ocasión, Azazel huyó en forma de niebla negra, que salió por la boca de John. Esta era la forma habitual en que los demonios entraban y salían de sus huéspedes. Un clásico dentro de la serie.
Así fue como acabó la primera temporada de Supernatural. Azazel seguía vivo, para desgracia de los Winchester, que seguirían buscándole por todo el país. El demonio continuaría con su plan de liberar a Lucifer y desatar el Apocalipsis, y para ello debería recurrir a los “niños especiales”, esos a los que llevaba años visitando y alimentando con su sangre. Sam era uno de ellos, aunque aún no lo sabía.
Pero esa historia será contada próximamente, queridos amigos. Espero que esta introducción os parezca satisfactoria para empezar a adentraros en el lore de Supernatural. Ya lo he adelantado, pero las andanzas de los Winchester me marcaron tanto que se han convertido en personajes clave en mi bagaje cultural, y son actores fundamentales en mi iniciación en todo esto de la búsqueda de lo extraño.
Este blog es una pequeña muestra de agradecimiento a todo lo que esta ficción me regaló y me sigue ofreciendo. No sé hasta dónde llegará este viaje, pero espero que merezca la pena y que alguien – da igual que sea una sola persona, aunque será mejor cuantas más seáis – lo recorra conmigo.
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