El Pentajulum del Lector
El Pentajulum del Lector
Hoy toca adentrarse en un universo muy particular, queridos asistentes, aprendices, lectores y curiosos. Como aprendices de lo oculto, es necesario saber que hay muchos mundos que conviven con el nuestro, escondidos tras bambalinas, a la espera de ser descubiertos y explorados por aventureros capaces de superar los desafíos que cada uno de ellos presenta. Yo, como un asistente más, sigo aprendiendo poco a poco, mientras mis maestros delegan en mí la misión de poner por escrito mis pensamientos, indagaciones y experiencias. El Gabinete es muy selecto y libera información en dosis muy pequeñas, pero espero que mi aportación sirva para arrojar luz entre tantas tinieblas.
Este lugar a caballo entre realidad y ficción, que se sitúa en todas las realidades existentes al mismo tiempo y en el que la vigilia y el sueño convergen, es donde los maestros se reúnen, debaten, comparten casos y experiencias. Como guardianes de lo sobrenatural, observan el devenir de los acontecimientos, mientras rastrean cómo, dónde y en qué formas llegan las manifestaciones de lo oculto a las diferentes realidades.
En esta ocasión, y como pequeño aperitivo para quienes vayáis llegando a este pequeño y artificial rincón, escribiré sobre un objeto muy especial, que forma parte de The Outerverse, un cosmos de historias creadas por Mike Mignola y Christopher Golden en el Universo del que procedo.
The Outerverse está lleno de elementos sobrenaturales, folclore, leyendas y terror. Esta dupla de autores ideó una serie de historias conectadas entre sí, que aparecieron tanto en libros como en cómics, y que comenzaron con Baltimore o El inquebrantable soldadito de plomo y el vampiro (2007), novela ilustrada en la que Lord Baltimore, un oficial británico durante la Primera Guerra Mundial, es dado por muerto en un campo de batalla en el bosque de las Ardenas. Cuando despierta, ve la escena más inesperada: criaturas gigantes parecidas a murciélagos se alimentan de sus muertos. Dark Horse Comics empezó a publicar historias de Baltimore en 2010, siendo la serie predecesora de la que nos interesa.
En 2012, Mignola y Golden publicaron Joe Golem y la Ciudad Sumergida, una novela ilustrada que fue continuadora de una pequeña historia corta (Joe Golem and the Copper Girl) en la que se esboza a su personaje principal, el detective Joe Golem.
Tanto Baltimore como Joe Golem terminaron sus andanzas en la pasada década, al menos aparentemente, pero The Outerverse comenzó a crecer con nuevas historias hace un par de años. La serie Lady Baltimore y la antología Tales From The Outerverse exploran eventos que tuvieron lugar entre las dos series originales de novelas y cómics. Desarrollaron firmemente los vínculos entre los distintos trabajos, tanto con los personajes como con los acontecimientos. Este universo compartido empieza a crecer y expandirse, prometiendo nuevas historias en un futuro, por lo que habrá que estar muy atentos a futuras entregas.
Pero volvamos ahora a la novela de 2012, Joe Golem y la Ciudad Sumergida. Ahora, queridos asistentes y aprendices, vamos a hablar sobre un objeto muy especial que está custodiado entre sus páginas, ofreciendo por el camino ciertos e inevitables spoilers. No voy a desgranar la trama ni a sus personajes ahora, pero sí que hay que hacer algunas menciones. Si aún no habéis leído nada sobre éste u otros trabajos de Mignola y Golden y queréis llegar hasta aquí sin que os destripe nada, dejad de leer. Si os es indiferente u os puede la curiosidad, seguid adelante. Al fin y al cabo, no está prohibido acercarse a estos conocimientos en pequeñas dosis.
¿Cuál es la premisa de Joe Golem y la Ciudad Sumergida? Sus páginas nos desplazan hasta un año 1925 alternativo y distópico, en el que una serie de enormes terremotos y la consiguiente subida del nivel del mar provocaron que buena parte de Manhattan quedase sumergida. La ciudad quedó desde entonces dividida en dos: el Alto y el Bajo Manhattan. La parte superior quedó a salvo de las inundaciones, y en ella la ciudadanía vive en relativa paz, con unas comodidades y recursos inaccesibles para sus otrora vecinos, que quedaron atrapados, voluntariamente o no, en la zona sumergida.
La zona baja vivió una transformación que la convirtió en una ciudad marítima, en la que las ruinas ejercen como viviendas improvisadas y en el que el desplazamiento depende de embarcaciones y puentes de discutible calidad y estabilidad. La supervivencia es la principal actividad de sus habitantes. Sobre todo de los más jóvenes, que no han conocido otra cosa que aquella maraña de escombros y canales en las que la perversión y el crimen corren a sus anchas.
Medio siglo separa el cataclismo del inicio real de los acontecimientos narrados en la novela. La misma comienza con una pesadilla sufrida y observada por Orlov el Mago, uno de los personajes principales que encontraremos en este título. Dentro de esa pesadilla, y en lo que parece ser un ritual de sacrificio, un Orlov impotente ante la imposibilidad de actuar ve como un ocultista pasa sobre una mujer un objeto extraño que el mago conoce, aunque no sabe cómo ni por qué.
Ese objeto es el Pentajulum del Lector, un puñado de tubos y pequeñas cámaras que se asemejan a un corazón humano, pero hecho de una sustancia desconocida que además es capaz de engañar a la vista, cambiando aparentemente de color y forma según la perspectiva del observador.
En esa misma pesadilla, Orlov sabe que el ocultista desea resucitar a su esposa fallecida, y quiere hacer funcionar el Pentajulum para lograrlo. Hay algo que se le escapa al siniestro perpetrador del ritual, y no es un detalle menor: no sabe cómo se activa el artefacto. Pero está convencido de que la clave reside en la agonía, el sufrimiento y, finalmente, la muerte de una persona. Además, hay otro elemento que hace de esta experiencia onírica algo más desasosegante aún: la mujer que está siendo ofrecida como sacrificio para algo o alguien oculto entre las sobras está embarazada y de parto. Cuando el vientre de la mujer se abre de forma grotesca y antinatural, Orlov despierta.
Hasta este momento solo contamos con fugaces evidencias. La forma del artefacto y su supuesta capacidad para canalizar un poder desconocido. Pero parece que necesita algo especial para activarse. Para conocer más sobre su naturaleza e historia, deberemos avanzar en la lectura de la aventura de Joe Golem.
Nuestro nuevo informante es Simon Church, detective de lo oculto que viven en la Ciudad Sumergida y que además es mentor de Joe Golem. Como decía más arriba, no daremos en esta entrada más detalles de los precisos, por lo que no daré contexto sobre los sucesos que siguieron al sueño de Orlov.
Church cuenta que tanto él como Joe trabajan en casos de carácter sobrenatural y relacionados con lo oculto. En ese contexto, revela que lleva vigilando a Orlov desde antes de que éste naciera. Cuando en la conversación que ambos personajes mantienen con otra de las protagonistas de la novela sale a colación el nombre del Pentajulum del Lector, Church se alarma.
Hace años, en medio de una investigación, Church encontró a la mujer del sueño de Orlov, una chica que fue secuestrada por un hombre terrible que quería sacrificarla a un dios de la muerte sumerio. La fuente de magia necesaria para llevar a cabo el ritual era el Pentajulum, que el ocultista creía fundamental para poder comunicarse con la entidad y ofrecerle el sacrificio a cambio de que resucitara a su esposa muerta.
Según Church, llegó justo a tiempo y disparó al tipo, llamado Andrew Golnik, que murió aquel mismo día, hace ya muchos años. En lo que respecta a Orlov y el por qué de su pesadilla, no será esta la nota que lo aclare, por motivos obvios.
Pero hay más. El detective Church señala que hay una conexión entre el Pentajulum y un misterio cósmico que no es capaz de entender. Su deseo de encontrar el objeto será capital desde ese momento. Para ello, tanto él como Joe rastrean la actividad sobrenatural de la ciudad gracias a una máquina muy particular, que permite detectar picos de actividad y cambios de patrón, a veces incluso antes de que esos cambios se produzcan. La máquina se volvió loca justo cuando los acontecimientos en torno a Orlov el Mago se precipitaron.
Hay unos últimos datos que puedo ofrecer sin saltarme ninguna instrucción ni norma. Tiempo después, cuando Joe se encuentra buscando el objeto en un emplazamiento concreto, da algunas pinceladas más sobre el mismo, dejando claro que su creación no es reciente. No sabe qué es, pero cuenta que hay gente que lleva siglos tras su pista y tienen deseos de poseerlo. Según sus propias palabras:
“Piensan que les dará el poder de hacer milagros o algo así. Quizá lo haga. Nosotros creemos que es un amplificador de magia. Refuerza lo que tú ya sabes hacer. Circulan toda clase de leyendas y teorías sobre el Pentajulum. Que si es la llave que abre la puerta a universos paralelos; que si es el corazón del dios sumerio Enlil; que si es una herramienta obra de una raza de arquitectos cósmicos que crea un orden a partir del caos. Dicen que dio origen al sol, que se tragó la ciudad árabe de Ubarra… Mi teoría favorita es la que dice que transformó a todos los habitantes de una diminuta isla de la Polinesia en criaturas angelicales que salieron volando y se dejaron puesta la mesa para la cena.”
Los escritos de Simon Church recogen leyendas sobre catástrofes causadas directa o indirectamente por el Pentajulum del Lector. Se mencionan la destrucción de Pompeya a causa de la explosión del Vesubio, la desaparición de la mítica Atlántida o el propio hundimiento de Nueva York en ese 1925 alternativo.
¿Quién creó el Pentajulum del Lector? No tengo una respuesta, pero Joe sí que da algunas pistas sobre algunos de sus propietarios, en base a los estudios de los textos de su maestro. Muchos quisieron hacerse con él. Enrique Cornelio Agrippa, autor de De Occulta Philosophia (impreso al completo en Colonia en 1533) lo tuvo a principios del siglo XVI. De ahí pasó probablemente al matemático, astrólogo, ocultista, navegante y consejero de la reina Isabel I de Inglaterra, John Dee, que mató por él. El último nombre conocido, antes de llegar hasta el área de influencia de la Ciudad Sumergida, es el de Fulcanelli, autor de Le Mystère des cathédrales (1926) y Les Demeures philosophales (1930), sin que se tengan más detalles sobre cómo llegó a sus manos y cuándo lo perdió para pasar a manos de Andrew Golnik, el ocultista que protagonizó el sueño de Orlov y el ritual con el que pretendía establecer alguna comunicación con aquel dios sumerio de la muerte.
¿Cuántas manos pasaron por el Pentajulum? ¿Alguien fue capaz de descifrar sus misterios? Estas y otras preguntas quedaron en mi mente tras la lectura de Joe Golem y la Ciudad Sumergida. Una vez más, invito a otros asistentes, aprendices y curiosos a acercarse a la obra de Mignola y Golden para conocer qué ocurrió finalmente con él. Puede que más adelante podamos extendernos en posibles hipótesis y explicaciones, pero el Gabinete me lo impide.
Como simple asistente y portavoz, mi papel se restringe a trasmitir píldoras de información mientras completo mi formación. Una formación que puede que jamás acabe, por cierto. En este lugar nunca se sabe qué va a ocurrir ni quién será el siguiente personaje en aparecer.
Gracias a Simon Church por permitirme acceder a parte de sus escritos originales y al tándem Mignola/Golden por poner cierto orden en ese caos a través de la imaginación y la creatividad, dos de las herramientas más poderosas que existen.
Hasta nuestro próximo encuentro.
Félix R. Herrera
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