Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2024

John Barrington Cowles

Imagen
Queridos aprendices, asistentes y curiosos. Bienvenidos a un nuevo post de nuestro Gabinete. Hoy os traigo un nuevo relato donde la amenaza de naturaleza mesmérica vuelve a estar muy presente. No en la forma de una casa encantada y dominada por una voluntad muy poderosa y longeva, como sucedía con La casa y el cerebro , sino en la de una bella joven que guarda un terrible secreto, un nexo en común que uniría a tres hombres al mismo y fatal destino. John Barrington Cowles es un cuento escrito por Arthur Conan Doyle y publicado por primera vez en Cassell's Saturday Journal en dos entregas, entre el 12 y el 19 de abril de 1884. Se trata de uno de sus relatos más sugestivos y ambiguos. En España puede ser leído en distintas compilaciones de las obras de Doyle. En mi caso, dispongo de la tercera edición de Historias del crepúsculo y de lo desconocido , de Valdemar. En ella, es la crónica relatada por Robert Armitage la que abre la terna de historias seleccionadas. Armitage comenzab

Simon Church: el occult doctor de la Ciudad Sumergida

Imagen
Queridos aprendices, asistentes y curiosos. Bienvenidos a un nuevo post de nuestro Gabinete. Muchos de vosotros coincidiréis conmigo si afirmo que hay personajes ficticios que han trascendido hasta tal punto a sus creadores originales y medios habituales en los que suelen aparecer que casi se consideran vivos en nuestra realidad cotidiana. Algunos de ellos nacieron gracias a la fe. Otros, a las leyendas. Con el devenir de los siglos y la tecnología, comenzaron a multiplicarse gracias a la literatura y el cine, hasta llegar al presente, estando aún presentes de una forma u otra. Unos siguen siendo perfectamente reconocibles, pero otros han sufrido tal proceso de cambio que casi han perdido su esencia. Drácula, Batman, Darth Vader, Tarzán, Sherlock Holmes… Hay cientos de ejemplos y seguro que seríais capaces de enumerar nombres que a mí se me pasarían por alto en una conversación al respecto. ¿Por qué escribo sobre esto? Pues porque casi todo el mundo ha fantaseado alguna vez con la

La casa y el cerebro: el arquetipo del interesado en lo sobrenatural

Imagen
  “ Sobre todo cuanto se halle dentro de estos muros – sensible o inanimado, vivo o muerto –, conforme la aguja se mueva, así obrará mi voluntad. Maldita sea esta casa, y no encuentren paz quienes en ella habiten. ” Cada pocos meses regreso a uno de mis textos de cabecera en este último par de años. Aparte de por el propio placer que me provoca leerlo, vuelvo a esas páginas para buscar nuevos autores que explorar y otros relatos que estimulen mi curiosidad por los diversos géneros afines a los detectives de lo oculto o los investigadores de lo sobrenatural. Los lectores habituales de la revista Ulthar ya sabrán a qué texto me refiero. Es, por supuesto, Detectives de lo oculto en la literatura: Un breve esbozo cronológico , de José Luis González Martín, que apareció en el número especial de febrero de 2018 de dicha revista. Allí, entre los “precursores” de Flaxman Low – quien, a la postre, puede ser considerado el primer exponente completo y arquetípico de esta clase de personajes

De Vermis Mysteriis y el mal de Jerusalem´s Lot

Imagen
  Y el latín fue reemplazado por una lengua más antigua, que ya era arcaica cuando Egipto estaba en sus albores y las pirámides aún no habían sido construidas, que ya eran arcaicas cuando la Tierra aún flotaba en un firmamento informe y bullente de gas. -  ¡Gyyagin vardar Yogsoggoth! ¡Verminis! ¡Gyyagin! ¡Gyyagin! ¡Gyyagin! No hace mucho tiempo que mencioné que dos de mis últimas lecturas habían tenido un nexo de lo más inesperado y llamativo. Ambas eran totalmente diferentes entre sí. Un cómic de Deadman y un relato de Stephen King que, para mi sorpresa, mencionaban un grimorio apócrifo de Robert Bloch, muy conocido entre los que gustan de las historias lovecraftianas: De Vermis Mysteriis . A la lectura de ambas siguió El misterio de Salem’s Lot , la segunda novela publicada por King, lo que me llevó a la errónea conclusión de que el capítulo autoconclusivo aparecido en Night Shift ( El umbral de la noche , como se tradujo por estos lares) en 1978 era una precuela escrita poste